viernes, 27 de mayo de 2016

Tiempo de Decisiones


       El cuento de hoy pretende describir una escena común en el sobrevivir del venezolano de a pié ¿Como enfrentar la carestía de alimentos sin tener que enfrentar las inhumanas colas...? Ahhh  fácil dirá alguien con suficiente poder adquisitivo, le pagó a un  Bachaquero  y listo, pero es que ya no vale ese modus operandi, ya no hay, no se consigue y los bachaqueros también pasan aceite. De tal manera mi estimado lector que no es cuestión de decidir, es cuestión de sobrevivir, y ese elemental derecho a la alimentación pretenden administrarlo y ponerle color como si él hambre reconociera algún color en particular, así pues que más allá del mundano y libre albedrío de decidir, el ciudadano común lo tiene condicionado en la otrora pujante Venezuela por los comités locales de alimentación , UBCh y cuánto acrónimo de letras quieran arreglar para cualquiera de estos inventos, ahora son los CLAP; Ud., dirá bueno si funcionan y las familias están abastecidas no habría problema alguno, pero la cruda realidad de las colas demuestran lo contrario, 9 de cada 10 personas no compran todos los alimentos, publicado por El Nacional, 9 de cada 10 personas, esto se agrava si su búsqueda lo obliga a hacer otro circuito en procura de las medicinas necesarias para su salud, ni se diga de los enfermos crónicos, cardiópatas ,enfermos de Cáncer , o la dolencia o enfermedad que Ud., quiera mencionar.
           
            Hoy decido hablar de este tema, por qué quienes como yo hace años cuando no existía Mercal ni ningún sobrevenido abasto populista encontrábamos de todo y los que nos diera la gana en la proporción de que nuestro pecunio nos lo permitiera, había de todo como dice Benjamín Rausseo aunque le haga carantoñas al régimen, pero parafraseándolo conseguías hasta 7 tipos diferentes de Mayonesa de las cuales 6 eran criollas , así que todo se resumía a decidir dónde y cuánto ibas a comprar, pero es que hoy ni que tengas mucho, no tienes dónde comprar y así las cosas no puedes decidir el donde quieras, y la condición te limita al intentar ver ¿Qué hay? en los pocos lugares de abastecimiento , esto es harto conocido por todos y es que un hermano nativo del EDO. Zulia  me refirió un dicho popular de un viejo locutor maracucho qué dice …”Hay cosas que por sabidas se callan , y por calladas se olvidan”, lo que nos ha tocado vivir no ha sido para beneficio del pueblo, si no de una secta y de un pequeño grupo de oportunistas que se han crecido con la desgracia ajena alimentando sus arcas y acrecentando el odio entre hermanos.

            Tiempo de decisiones, o seguimos por el despeñadero o le quitamos de una buena vez la careta a estos farsantes que nos gobiernan, tanto del partido de gobierno como los seudo-políticos que le hacen juego, la gente se está cansando y de ahí al hastío o a la violencia hay solo un paso, que por supuesto ellos quisieran administrar esa violencia porque así entonces consolidarían la anarquía institucionalizada.

            Y la anarquía es tal que los más simples encargados de negocios del gobierno llamados Pd Mercal, Mercal y otras incomprensibles siglas, quieren llamar a barrios cercanos a enfrentar a sus fuerzas de choque con las comunidades que les reclaman y les exigen respeto el día de sus compras, yo decidí no hacerme cómplice y las denunció , por aquello que me recordó el maracucho …”Hay cosas que por sabidas se callan , y por calladas se olvidan”

miércoles, 18 de mayo de 2016

"Lo que es del cura va para su Iglesia”

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           Seguíamos en Río de Janeiro aún dando traspiés con el idioma , a pesar de su similitud habían términos específicos que te podían llevar a repetir un examen; recuerdo una evaluación de circuitos eléctricos donde la instructora planteó un problema y entendí que dijo que el capacitor carga, y fue lo contrario, por lo que tuve que hacer nuevamente la evaluación , salvado esos escollos era una delicia pasear por las playas desde Copacabana a Ipanema, y descansar los ojos con tanto colirio de hermosas mujeres, unas más despampanantes que otras, del tamaño y color que el lector se quiera imaginar, pero la belleza de la mujer venezolana no tiene parangón, menos su coquetería y feminidad. De ahí que me fui soltero pero regrese casado, esta parte de la historia merece una entrega especial

            Brasil, país  lleno de contrastes y de grandes diferencias socioculturales para la época, vivía una inflación voraz, los precios que se exhibían en las grandes cadenas y supermercados no eran los mismos del día anterior y a veces los del cierre de tienda no se correspondían al colocado temprano en la mañana, a quienes como yo íbamos en plan de ahorro, el cambio favorecía pero aún así eran muy marcadas estas diferencias, el poderío industrial era notorio y el esfuerzo técnico científico que acompañaba este poderío era evidente y muy relevante en la región, de ahí el nivel académico de sus oficiales y toda la parte gerencial de las empresas tanto del sector industrial, como del sector defensa, las cuales caminaban tomadas de la mano, las diferencias sociales también eran abismales, en las calles oías y veías a gente común en el sistema de transporte público, temerosa de ser asaltada y robada por delincuentes que te amenazaban con hojillas o agujas supuestamente infectadas de SIDA, la promiscuidad era más que evidente y el sexo fácil así como el trafico de drogas eran el fuerte de la economía marginal.

            Problemas hay en todo el orbe mundial, pero se palpaba a pesar de los mismos, que los servicios públicos funcionaban correctamente y atendían las necesidades del grueso de la población, las vías y el transporte público tanto urbano como extra urbano eran una maravilla que no tenía nada que envidiarle a ningún país nórdico, y si se trataba de football, playa, cerveza y mulher, para todo,con calma, despacio que ahí los jefes eran ellos y podían analizar los problemas para más tarde.

            Cuando visitamos el parque industrial de Sao Paulo, las empresas siempre me ofrecían un trato preferencial por ser venezolano, en aquel entonces adquirimos de ellos los Vehículos anfibios Urutu, y estaba en proyectos varios sistemas de armas que ellos ya estaban ofreciendo no solo a Latinoamérica, si no a países del Golfo Pérsico.

             Como olvidar el Club Libanés con su noche de Las Panteras donde el aire de por si era pecaminoso, la sensualidad sudaba por doquier, y a veces la imaginación pudo haberse quedado corta para cualquier relato.

            Tengo que confesar que en lo personal llegue a sentirme en peligro de acabar en brazos de un amor brasileño, pero las condiciones no estaban dadas ,y es que ,” lo que es del cura va para su Iglesia”, como reza el decir, y así fue como hace 28 años mi esposa y yo nos unimos en una peculiar unión que se llama matrimonio por “poder”, muchos decían que más bien era por no poder, en portugués Por Procuraçaön, mi padre me represento en la ceremonia civil, llegando mi flamante esposa un mes después a integrarse como familia en esta gran experiencia que felizmente hasta hoy le da fuerza al dicho popular señalado al principio de este párrafo, a pesar de un lejano "no" que quedo solsinho ( solo) en el olvido. De ahi en adelante hasta diciembre nos reuniamos una vez al mes donde el Bucanero Emilio a quien nuestro agregado enviaba los cheques de nuestro sueldo, reuniones amenas por demás donde nunca faltó la arepa y el buen compartir de la representación naval.

sábado, 14 de mayo de 2016

Las Garotas de Ipanema

          

         Luego de la experiencia vivida durante la “Crisis del Caldas”, se presentó una singular oportunidad de crecimiento personal y profesional, se abrió un concurso para participar en un curso de Armamento con la Marina del Brasil y del cual salí designado para estudiar en el Centro de Instrucción Almirante Wandenkolk (CIAW) en Río de Janeiro, Brasil. Agradezco al Contralmirante  Gustavo Sosa Larrazábal por haber confiado en mí para esa designación, la cual me abrió las puertas para maravillosas experiencias.

  En el vuelo de la antigua Venezolana Internacional de Aviación (VIASA), conocí entre otros a varios oficiales venezolanos que regresaban de Venezuela de vacaciones decembrinas, eran de la Aviación y estudiaban en el Instituto de Ingeniería militar, así como otros del Ejército cuyo curso de Estado Mayor duraba dos años, no era normal para un joven oficial naval ver tanta actividad foránea, por lo que era un total frenesí de información que aún no procesaba además de las expectativas por conocer la tierra de las Garotas y de la Samba, y la Caipiriña, el vuelo algo inusual según los comentarios de la tripulación por lo concurrido y alborotado, en él conocí a los Coroneles Stephen, uno de la Aviación que era el Agregado aéreo en Brasil y otro de la GN y a su hermano el cantante intérprete de mi limón limonero Henry Stephen, me sentí en casa a pesar de las horas, fue un vuelo agradable y extraño por los personajes ,  dejé  en Venezuela a unos padres maravillosos y una novia inolvidable con la cual solo medió un adiós .
 

    Al llegar el sábado al aeropuerto internacional de Río de Janeiro, luego de casi 6 horas de vuelo me estaba esperando un conductor y un intendente de la Infantería de Marina brasileña, quienes me llevaron hasta el 1er. Distrito Naval donde debía esperar la embarcación que me llevaría hasta la Isla das Enchadas en la bahía de Guanabara esa espera se hizo interminable , venía de un largo vuelo con muchas incertidumbres que responder , hasta que llegó la embarcación el intendente o suboficial que me acompañaba se despidió y me embarqué entonces hasta mi nuevo destino.Llegamos luego de más o menos 20 minutos de navegación , fui recibido por el oficial de guardia y me llevaron al alojamiento, una especie de Habitación o camarote muy diferente a las  facilidades de la Armada Venezolana, estas eran muy sencillas y sin muchas comodidades, era la segunda semana de enero y el verano estaba en pleno apogeo con aproximadamente sus 40 grados de temperatura con una elevada humedad y nadie con quien conversar hasta  la próxima semana el día miércoles cuando debían comenzar las actividades académicas , ahí las alarmas se encendieron y acudí a los amigos hechos en el vuelo, necesitaba urgente aprender portugués, los compañeros pilotos de la Aviación Naval  que se formaron en Brasil como pilotos de helicópteros , me dieron algunos consejos y algunas frases para pedir lo básico en cualquier situación , pero lo mejor era siempre buscar una novia local para navegar en aguas profundas del portugués . De los oficiales navales venezolanos   estaban allí también: el amigo Rolendio Bracho y su Sra. Mayra, quienes gentilmente me recibieron en su casa  el primer mes hasta conseguir acomodo en Copacabana, Bracho hacia su curso de Hidrografía y llegaría después el gran bucanero naval Emilio De Rogatis Porreca en las grandes ligas con el curso de estado Mayor Naval, así las cosas mantuvimos un fraternal y respetuoso apoyo como familia naval en  la tierra del bossa nova, Vinicio de Moraes y de la Garotas de Ipanema, el frenesí por el carnaval era indescriptible, contarlo es una cosa, hay que vivirlo para entenderlo, y vaya que lo vivimos con un portuñol que nos permitió sobrevivir a las primeras semanas de clase y disfrutar del carnaval de Río 1988.

domingo, 8 de mayo de 2016

Mi amigo “El hombre del velero”.


    Nos conocemos más o menos desde hace 45 años , de manera que hemos vivido más de lo que nos falta, y en esas vivencias de acuerdo a la madurez de la época en que se sucedieron,  se disfrutaron excelentes momentos,  en otros nos tocó aprender y dar atrás para obtener una mejor perspectiva, ante cualquier maniobra a ejecutar, de cualquier forma y en cualquier momento propicio para la ocasión, salía a relucir el cuento o relato del "fulano velero".

            En son jocoso y luego de libar algún pecaminoso elixir luego de una ardua faena, volvía con insistencia a mencionar la frase, “¿saben amigos?, me quiero comprar un velero, imaginen el sol poniéndose en el horizonte y Ustedes en la mas hidalga y libre posición de decidir ¿Dónde quieren echar anclas para disfrutar del espectáculo de la naturaleza?, eso no debe tener precio alguno, por lo que les insisto mi compadre, en que yo me voy a comprar un velero. El cuento ha de ser muy bueno, o la fantasía debe ser de placeres inimaginables, pero saquen la cuenta de estar oyendo el cuento del velero desde que tengo memoria marinera.

            Yo no sé a ciencia cierta, cuan  convencido de esto está el hombre, pero debe ser una fantasía o un sueño constante y que a pesar de los años y de los ribetes de la vida lo  tiene fijo en su bolso o talega de cuentos que ha ido cultivando con los años y cada vez mejora el performance de este velero imaginario o verdadero, tanto es la fijación que hasta me siento tripulante honorario del velero del amigo, y es que  a ese mi amigo, “El hombre del velero”, le ha tocado cual  nave a la deriva, buscar otros rumbos donde su libertad no fuese limitada o clausurada, y en ese navegar, encontró por fin un puerto seguro que le ha permitido reinventarse y redescubrirse, encontrando oportunidades que con trabajo y esfuerzo, le han dado el fruto de la disciplina propia del marino trabajador, honrado y perseverante  de cumplir sus metas, por lo que le dije en una reciente oportunidad que para mí sería un placer y un orgullo visitar su bordo en su velero, nótese que ya dejó de ser fulano, a fin de no herir susceptibilidades, tratándose de “El Velero”


            Es más yo veo su vida en etapas de cómo ha ido evolucionando la historia , y lo admito, es de admirar a quién afrontando oscuras circunstancias, navega buscando aguas seguras, solo con la voluntad de vivir mejor y buscando bienestar para su familia, consiguiendo en otros rumbos, lo que la tierra que le vio nacer le negaba, mi amigo ha sido por demás perseverante y creo que él mismo nunca se imaginó, con o sin velero en su posición actual, disfrutando de un abanico de bondades en una tierra prodigiosa que dignifica el trabajo y permite abrirse a las oportunidades, y si en esas oportunidades está en su horizonte el hacerse del velero que más se amolde a sus gustos, y posibilidades  estoy seguro pues, que el gran Dios dominador de la tempestad bendecirá una vez más a mi amigo “El hombre del velero".

viernes, 6 de mayo de 2016

Cosas de la guerra (Crisis del Caldas, final)


Cosas de la guerra (Crisis del Caldas, parte IV)final
            Las acciones se mantenían expectantes ante la alevosa presencia del buque incursor en nuestras aguas, y es que a pesar de conocer este incomodo incidente con el nombre de la Crisis del Caldas, su desenlace tuvo como protagonista otra unidad colombiana, gemela y de su misma clase, la Corbeta ARC “Independiente” CM52 , cuyo comandante expresa en un escrito luego de tantos años, que llego a sentirse solo y amenazado cumpliendo su misión. Copio a continuación extracto de su escrito:


DE LA LECCION DE COQUIVACOA A UNA VERDADERA CAPACIDAD NAVAL

Almirante (ra) Edgar Romero V, ex -Comandante ARC, MscEE, Ph.D
Con ocasión de los recientes sucesos con Venezuela tuve recuerdos desagradables: en ocasión de los recientes sucesos con Venezuela tuve recuerdos desagradables: en Agosto/87 mi buque el ARC Independiente con casi 120 hombres vivimos una situación crítica al ser asediado por varias unidades misileras venezolanas, pues estando al Norte de Castilletes exigían salir del área debajo de Pta Espada. Lo vivimos varios días y se conoce como la crisis del ARC Caldas, que se inició con tal buque pero continuó con la ARC Independiente, con actos hostiles, hasta que el Presidente Barco ordenó salir del área. Era Capitán Navío, Comandante del ARC Independiente de la Fuerza Naval Atlántico.

        
    Sale del teatro de operaciones la ARC Caldas y entra en acción la ARC “Independiente” CM52, mientras tanto las acciones diplomáticas eran un frenesí en el continente, mientras el Presidente de la República, Dr. Jaime Lusinchi, ordena una movilización militar que se cumple cabalmente para dar respuesta a la amenaza presentada; aquí hay mucha tela que cortar en las diferentes áreas militares, civiles y del acontecer nacional, no las voy a analizar, estoy expresando lo vivido como dotación de un buque de guerra venezolano, honrado y agradecido por esa enriquecedora experiencia. Es bueno acotar que todavía consigues analistas de teclado y escritorio de todas las jerarquías, culturas, y edades diversas, que dicen por ejemplo: cuando yo era yo no sé qué cosa en el Ministerio de la Defensa dijimos o pensamos, y mejor se hubiese hecho otra cosa, en fin, seres que definitivamente pierden las expectativas ante la realidad y el paso del tiempo que es el mejor juez.

            Habiendo cumplido otros patrullajes con la nueva corbeta instalada, nos correspondió para finalizar la jornada de esta agitada “Crisis del Caldas” efectuar seguimiento y sombreo en la etapa final de la crisis, pareciera normal y hasta natural decirlo, pero aún el peligro cierto de la muerte estaba latente para nosotros más que ningún otro buque involucrado, y es que esa noche de no salir la Corbeta iba a ser hundida, en una perfecta triangulación de nuestros buques, que orgullo, cuanta altivez de ser marino de guerra en ese momento, que escuela y que enseñanza de soberanía estábamos dando, el país entero volcado a lo que pasaba en nuestras aguas, pero nuestra seguridad se veía sumamente comprometida por la cercanía táctica con la Corbeta, corríamos el riesgo de que alguno de los misiles que hubiesen sido lanzados no pudieran  discriminar suficientemente en su fase de ataque y se fuera sobre nosotros como su blanco, esto lo sabíamos solo los oficiales, el riesgo era cierto y  otra vez la incertidumbre de la guerra se apoderaba de nuestra psiquis generando miedos que vencer, pues había una misión que cumplir, y esta era evaluar daños , rematar el peligro una vez impactado, recoger sobrevivientes, cosas de la guerra.

            Se fue la corbeta antes del plazo ordenado para el ataque coordinado, escoltamos su salida y volvimos a nuestros rutinarios quehaceres como defensores de la soberanía e integridad, posterior a esto hubo una distensión, pero quedó para la historia la satisfacción de un trabajo bien hecho, de una unidad de mando y doctrina que nos posicionaba como un ente operativo a la altura de las circunstancias capaz de disuadir las amenazas 

lunes, 2 de mayo de 2016

Las muletas de la vida


Las muletas de la vida.
            A veces sin pensarlo, asociamos las muletas negativamente a problemas  motores que de una u otra forma nos obligan a ellas para seguir caminando, esto es verdad, pero también podemos observar que a lo largo de la vida necesitamos de muletas no solo para seguir caminando, sino también para vivir nuestros destinos, nuestras vidas con sus errores y virtudes, pero vida al fin  y al cabo que solo puede ser coloreada a plenitud cuando conseguimos valernos por nosotros mismos y de ahí su importancia y su valor contradictorio a esa primera asociación que hicimos.

            De muletas creo saber algo, y quizás por ello me rió de las adversidades como me enseñaron mis padres, acepto el hecho de no haber podido caminar sin el uso de ellas y aparatos ortopédicos, que con constancia , dedicación y firmes valores  me permitieron a lo largo de la vida, cumplir con  las metas propuestas, de la mano de mi familia, de mi esposa y ahora con mis hijos motores de mi esencia humana; en tiempos difíciles donde la democracia donde crecí, me formé y trabaje como militar entran en contradicción con los valores patrios y lo más elemental de la existencia misma como es la salud y la alimentación, la producción y el campo son antepuestos por una idolatría de seudolideres inexistentes y etéreos, mi carácter resiliente busca esos verdaderos valores como muletas indoblegables que nos permitan salir del ostracismo en que nos hemos sumido como sociedad, y que nos permitan replantear un país donde podamos valernos por nosotros mismos, y volvamos a tener la abundancia que la democracia que nos vio nacer puede mejorar siendo perfectible y auto regulable con un sinfín de oportunidades que solo el progreso y el trabajo eficiente y mantenido, pero con reglas claras , sin apartheid político alguno que permita sumar , no restar posiciones, donde los colores de nuestro tricolor se fundan entre sí y sean el arcoíris de una Venezuela de progreso en democracia y libertad.

            De manera que esas muletas que necesitamos tienen que tener mucho ejemplo, constancia, dedicación, probidad, justicia y perseverancia, y educación, sin ellas vamos a seguir dando tumbos y a sucumbir ante el dinero fácil de la oportunidad, cayendo entonces en el circulo vicioso de escurrir el bulto y echarle la culpa a quién primero nos venga en mente para justificar el fracaso.


            No importa si son de madera o son de metal, al estar revestidas con valores, la sociedad no las debería soltar hasta valerse por sí sola, por ejemplo las Fuerzas Armadas son una muleta firme del país que no puede y así lo refleja y manda la Constitución Nacional apoyar a ningún factor político, esto es contrario a su función integral y soberana, es una contradicción que hay que corregir y afrontar con valentía y coraje, ya yo creo no necesitar mis viejas muletas, pero estas de la vida, le pido a la providencia siempre me las tenga a la mano.