Nos despertamos luego de estar viajando por casi 48 horas, el cuerpo todavía sentía los embates y el cansancio que obligan la distancia y la vigilia obligada en el aeropuerto durante toda la noche, evitando además de la inseguridad, el tira y encoge de las aerolíneas, sometidos también al desconcertante ambiente de incertidumbre y hostilidad de Maiquetía, pero es que estábamos saliendo de un país otrora pujante, amistoso, con inconmensurables bellezas naturales y un sentir de patria que se nos diluyó en el tiempo, quizás por las facilidades de una viveza criolla que no es otra cosa que la pérdida de valores y educación, propiciada por las elites gobernantes,( Diputado PSUV Jorge Rodríguez dexit), y lo cual ya es bastante evidente por aquello de que “ a confesión de partes relevo de pruebas “.
Pero
es que en vez de un sueño, el relato del narrador parece una mezcla de sueño y
pesadilla, y es que al pasar por los chequeos migratorios , pareciera haberse
prendido una alerta y empezaron una tanda de preguntas y elucubraciones que no
tenían sentido, más perseguían el sacar de su sano y natural estado de ánimo a unos viajeros que al no ser doctos en estos
menesteres, les parece una aventura irreal y fantástica alejarse de una cárcel en
la cual se nos ha convertido el país , así como en un cuento de hadas, y casi
que no nos damos cuenta, pendientes de sobrevivir contra las circunstancias impuestas
por el imperio, si , el imperio del desorden , de la improvisación y de la
anarquía institucionalizada disfrazada en uno y mil planes llamados de formas rimbombantes
y altisonantes , los cuales al final del día no dejan de ser incoherentes y
poco consecuentes, ninguno es evaluado ni siquiera en ciclos cortos que
permitan obtener indicadores de gestión para hacer correcciones de rumbo, ahhh,
pero disculpen, recuerden que es un sueño, o pesadilla como mejor les parezca,
así las cosas y después de 6 horas de retraso en el vuelo, los viajeros
lograron embarcarse en un vuelo que parecía la salida de cualquier expreso en
el antiguo Nuevo Circo, terminal de buses capitalinos que las nuevas
generaciones solo conocen por referencias y se han visto obligados a cambiar
por el también inoperante terminal de LA BANDERA , mucha gente joven y familias consolidadas y preparadas saliendo de su
país , o huyendo del mismo, no por cobardía si
no por falta de oportunidades, y es que ¿quién puede criticar buscar
mejores horizontes?, lo triste es que lo busquen en tierras lejanas, pero que
con libertad de criterios y diversidad de opciones tomen la dura decisión de
empezar de cero, luego de tenerlo todo en un país que era posible, pero que se
nos fue en dadivas y socialismo que muchos no entendieron y pocos los
disfrutaron, llegaron los viajeros emocionados y aún les parecía imposible el
hecho de haber salido de su encierro, aún en su cola de inmigración los separan
y los pasan al cuartico detrás de mostradores donde encuentran a medio salón lleno
de personas , la mayoría venezolanos y mexicanos, soñando con libertades y
oportunidades, pero despertándose en una pesadilla aún por dirimir.
Apúrate
fulano que hoy nos toca comprar en el auto mercado antes que se acaben los
números, mira que ya no tenemos harina Pan. Volveremos a soñar en oportunidades
y bendiciones, por eso no se paga ni se hacen colas .