El cuento de hoy pretende describir una escena común en
el sobrevivir del venezolano de a pié ¿Como enfrentar la carestía de alimentos
sin tener que enfrentar las inhumanas colas...? Ahhh fácil dirá alguien con suficiente poder
adquisitivo, le pagó a un Bachaquero y listo, pero es que ya no vale ese modus
operandi, ya no hay, no se consigue y los bachaqueros también pasan aceite. De
tal manera mi estimado lector que no es cuestión de decidir, es cuestión de
sobrevivir, y ese elemental derecho a la alimentación pretenden administrarlo y
ponerle color como si él hambre reconociera algún color en particular, así pues
que más allá del mundano y libre albedrío de decidir, el ciudadano común lo
tiene condicionado en la otrora pujante Venezuela por los comités locales de alimentación , UBCh y
cuánto acrónimo de letras quieran arreglar para cualquiera de estos inventos, ahora son los CLAP;
Ud., dirá bueno si funcionan y las familias están abastecidas no habría
problema alguno, pero la cruda realidad de las colas demuestran lo contrario, 9 de cada 10 personas no compran todos los alimentos, publicado por El Nacional, 9 de cada 10 personas, esto se agrava si su búsqueda lo obliga a hacer otro circuito en procura de
las medicinas necesarias para su salud, ni se diga de los enfermos crónicos, cardiópatas
,enfermos de Cáncer , o la dolencia o enfermedad que Ud., quiera mencionar.
Hoy
decido hablar de este tema, por qué quienes como yo hace años cuando no existía
Mercal ni ningún sobrevenido abasto populista encontrábamos de todo y los que
nos diera la gana en la proporción de que nuestro pecunio nos lo permitiera, había
de todo como dice Benjamín Rausseo aunque le haga carantoñas al régimen, pero parafraseándolo
conseguías hasta 7 tipos diferentes de Mayonesa de las cuales 6 eran criollas ,
así que todo se resumía a decidir dónde y cuánto ibas a comprar, pero es que
hoy ni que tengas mucho, no tienes dónde comprar y así las cosas no puedes
decidir el donde quieras, y la condición te limita al intentar ver ¿Qué hay? en
los pocos lugares de abastecimiento , esto es harto
conocido por todos y es que un hermano nativo del EDO. Zulia me refirió un dicho popular de un viejo
locutor maracucho qué dice …”Hay cosas que por sabidas se callan , y por calladas
se olvidan”, lo que nos ha tocado vivir no ha sido para beneficio del pueblo,
si no de una secta y de un pequeño grupo de oportunistas que se han crecido con
la desgracia ajena alimentando sus arcas y acrecentando el odio entre hermanos.
Tiempo
de decisiones, o seguimos por el despeñadero o le quitamos de una buena vez la
careta a estos farsantes que nos gobiernan, tanto del partido de gobierno como
los seudo-políticos que le hacen juego, la gente se está cansando y de ahí al
hastío o a la violencia hay solo un paso, que por supuesto ellos quisieran
administrar esa violencia porque así entonces consolidarían la anarquía institucionalizada.