Las muletas de la vida.
A veces sin pensarlo, asociamos las
muletas negativamente a problemas
motores que de una u otra forma nos obligan a ellas para seguir
caminando, esto es verdad, pero también podemos observar que a lo largo de la
vida necesitamos de muletas no solo para seguir caminando, sino también para
vivir nuestros destinos, nuestras vidas con sus errores y virtudes, pero vida
al fin y al cabo que solo puede ser
coloreada a plenitud cuando conseguimos valernos por nosotros mismos y de ahí
su importancia y su valor contradictorio a esa primera asociación que hicimos.
De muletas creo saber algo, y quizás
por ello me rió de las adversidades como me enseñaron mis padres, acepto el
hecho de no haber podido caminar sin el uso de ellas y aparatos ortopédicos,
que con constancia , dedicación y firmes valores me permitieron a lo largo de la vida, cumplir
con las metas propuestas, de la mano de
mi familia, de mi esposa y ahora con mis hijos motores de mi esencia humana; en
tiempos difíciles donde la democracia donde crecí, me formé y trabaje como
militar entran en contradicción con los valores patrios y lo más elemental de
la existencia misma como es la salud y la alimentación, la producción y el
campo son antepuestos por una idolatría de seudolideres inexistentes y etéreos,
mi carácter resiliente busca esos verdaderos valores como muletas indoblegables
que nos permitan salir del ostracismo en que nos hemos sumido como sociedad, y
que nos permitan replantear un país donde podamos valernos por nosotros mismos,
y volvamos a tener la abundancia que la democracia que nos vio nacer puede
mejorar siendo perfectible y auto regulable con un sinfín de oportunidades que
solo el progreso y el trabajo eficiente y mantenido, pero con reglas claras ,
sin apartheid político alguno que permita sumar , no restar posiciones, donde
los colores de nuestro tricolor se fundan entre sí y sean el arcoíris de una
Venezuela de progreso en democracia y libertad.
De manera que esas muletas que
necesitamos tienen que tener mucho ejemplo, constancia, dedicación, probidad,
justicia y perseverancia, y educación, sin ellas vamos a seguir dando tumbos y
a sucumbir ante el dinero fácil de la oportunidad, cayendo entonces en el
circulo vicioso de escurrir el bulto y echarle la culpa a quién primero nos
venga en mente para justificar el fracaso.
No importa si son de madera o son de
metal, al estar revestidas con valores, la sociedad no las debería soltar hasta
valerse por sí sola, por ejemplo las Fuerzas Armadas son una muleta firme del
país que no puede y así lo refleja y manda la Constitución Nacional apoyar a ningún
factor político, esto es contrario a su función integral y soberana, es una
contradicción que hay que corregir y afrontar con valentía y coraje, ya yo
creo no necesitar mis viejas muletas, pero estas de la vida, le pido a la
providencia siempre me las tenga a la mano.
1 comentario:
Buen mensaje....tu fuiste alguna vez una de mis mas importantes muletas en la carrera naval...abrazos fraternos.
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