Acero y terciopelo

    El duro entrenamiento físico, las horas extras de formación militar con todo y que  pasaban los años en nuestra querida Escuela Naval, se mantenían frías e incólumes cuál acero naval de nuestras naves de guerra, es que así tenía que ser la forja de hombres y mujeres que estaban destinados a ser los defensores de los valores más excelsos de la patria, de sus espacios marítimos, de sus leyes , de su constitución , pero es que la ecuación era más compleja que eso, porque ameritaba conocimiento técnico y científico pero también había que añadir el nivel cultural cuyo terciopelo de música, literatura, teatro y entretenimiento amalgamaban a ese genérico hombre de mar, respetuoso de Dios, amante de la cultura y la calidad de vida ,capaz de decir las verdades de terciopelo con la contundencia del acero .Del grupo inicial solo pocos llegamos al último año , teniendo la valiosa guía de un excelente oficial como lo fue Julio Cesar Navas Barrientos , nuestro Comandante de Curso Naval que con la sabiduría de la experiencia y su aguerrida disposición nos señaló con el acero de la disciplina y el terciopelo de las travesuras de quienes se quieren comer al mundo con su juventud, que para todo había su momento y es que siempre la responsabilidad por nuestros actos afectaría nuestras vidas. Así nos hicimos a la mar en Julio de 1983 como integrantes de la Promoción Bicentenario del Natalicio del Libertador, enfrentarnos con la realidad nos daría el conocimiento de cuanto abríamos asimilado con temple de acero y cuan permeables podríamos ser tras la búsqueda de nuevas realidades adecuadas a los hechos y cuyo terciopelo buscaremos como abrigo tanto en lo personal como en lo profesional , el grupo se divide entonces en áreas de desempeño flota, aviación naval e Infantería de Marina.

    La historia sigue para cada uno en sus diferentes áreas de desempeño, luego nuestras primeras designaciones en las diferentes unidades perfilaban nuestras historias a largo plazo, siendo asignado a la fragata ARV Gral. Soublette (F-24) , grandes experiencias, excelentes maestros, entre ellos Ponte Méndez , Castellanos , Blanco Carrero y otros con quienes compartimos y aprendimos esos primeros pasos, a los 6 meses fuimos asignados al patrullero cañonero ARV Independencia PC-13, válgame Dios el asentar marinero de mi estómago me permitió una aventura de tres años que merece un capítulo especial de porque los pequeños combatientes como es llamado este escuadrón , son los verdaderos protagonistas de ese acero inexpugnable de lo que representa el Golfo de Venezuela para nuestra historia reciente, de ahí mucho aprendí y compartí con excelentes oficiales , podríamos escribir un capitulo lleno de aventuras y aprendizajes de este tiempo como tripulante del PC-13, trabaje bajo el comando de tres (3) Comandantes todos ejemplares, Omar Fajardo La Cruz , su tranquilidad y frialdad para maniobrar ante situaciones adversas, inspiraba confianza a pesar de su recio porte, uno déspota y medio cobarde para maniobrar , ofendía con su trato, pienso que nunca debieron dejarlo comandar , el terciopelo de la sabiduría le quedo pequeño a este señor cuyo nombre no vale la pena mencionar, y otro Comandante que fue escuela no solo por su educación , preparación y equilibrio, si no por su aguerrida actitud ante la situación vivida durante la crisis del Caldas, en todo momento comedido y educado pero siempre aguerrido y preparado, Daniel Fontaine Jean Pierre , en honor a la verdad de todos aprendí y aplique de ellos lo bueno en mis comandos posteriores, evitando los malos , llenándome luego de inmensas satisfacciones ,el acero del buque nos daba la seguridad ante la mar embravecida con su continuo corte en la proa , el terciopelo de la mujer amada y sus encantos siempre fueron la esperanza y el disfrute del marino ante las inclemencias del entorno en que nos desempeñamos haciendo que valiera la pena ese sacrificio, así pues entre acero y terciopelo seguimos en este andar “Caminante no hay camino, si no estelas en la mar"